Lucas Perín, del Córdoba Patrimonio, intenta marcharse de Drahovsky, de Inter FS
Lucas Perín, del Córdoba Patrimonio, intenta marcharse de Drahovsky, de Inter FS
El Córdoba Patrimonio de la Humanidad perdió su condición de invicto como local tras caer en la noche del martes en Vista Alegre ante el Movistar Inter, equipo más laureado del mundo al que le costó sangre, sudor y lágrimas llevarse el triunfo de tierras andaluces. Los de Josan, tras un primer periodo primoroso donde merecieron más que el 1-0, no pudieron con un cuadro madrileño que se mostró muy práctico tras el descanso.

Pese a la enjundia del rival, quien comenzó mandando sobre el parqué fue el Córdoba Patrimonio de la Humanidad. Los blanquiverdes, alentados por dos mil fieles en las grada, pudieron adelantarse en el marcador relativamente pronto. Perin, tras jugada individual, rozó el 1-0, si bien Jesús Herrero, con una formidable mano, lo evitó. También estuvo cerca del tanto, casi a renglón seguido, Víctor, en una de sus habituales subidas al ataque. Pulinho, en el seis, corroboró el mayor empuje califal, que mereció mejor suerte en el inicio de choque. Solo un disparo al travesaño de Drahovsky al filo del ecuador frenó algo el ímpetu de los ribereños.

El segundo tramo de acto, y pese a reducirse el número de ocasiones, siguió mostrando a un plantel cordobesista intenso, concentrado y lleno de casta. Tal circunstancia no estuvo exenta de clase, como la demostrada por Lucas Perin en varias acciones. El brasileño pudo hacer el gol de la jornada tras driblar a todo aquel que le salía al paso. Víctor, con un chut desde su propio campo que se topó con la madera, hizo temblar en el 14’ de partido a un Jesús Herrero que pecó de exceso de vista. No fue la única acción peligrosa del meta canterano, más que acertado ante los interistas.

A falta de un minuto para que los protagonistas marcharan a vestuarios, Lucas Perin hizo justicia en Vista Alegre. El brasileño, tras recibir de su compatriota Antoniazzi, puso el 1-0 tras definir a la perfección por raso ante la salida de Jesús Herrero. Se hacía justicia viendo los méritos de unos y otros. Con mínima ventaja califal se llegó al tiempo de asueto.

Tras la reanudación, malas noticias. Los hombres de Alberto Riquer empataron el partido gracias al tanto de Drahovsky. El eslovaco, en el 23’, no perdonó en una de las escasas ocasiones de las que dispuso en tierras cordobesas. Sin embargo, el plantel de Josan se rehízo con prontitud. Josema, tras una potente lanzamiento de falta, pudo poner nuevamente por delante a los locales, pero su violento disparo se encontró con la madera de la meta de Jesús Herrero. El palo también fue el destino del chut de Drahovsky poco después. Se presagiaban fuertes emociones sobre el parqué.

En una fase de idas y vueltas, ambos equipos demostraron no conformarse con el punto hasta ese momento en su haber. Si bien es cierto que los de Torrejón de Ardoz mejoraron sus prestaciones, el Córdoba Patrimonio de la Humanidad siempre estuvo metido de lleno en el duelo, con un marcador carácter “canchero”, tan necesario en una máxima categoría más que igualada. Lástima el tanto de Raúl Gómez en el 32’ de juego. El albaceteño no perdonó tras una gran acción ofensiva de los de Riquer. Tocaba remar contra corriente por primera vez en el choque.

Pese a intentarlo con juego de cinco los últimos cuatro minutos, la primera derrota como local llegó. Y eso que Lucas Perin, que estrelló un zurdazo en la madera, y Muhammad, solo ante Jesús Herrero, pudieron empatar la contienda en el último minuto. La imagen de los cordobesistas, pese a la derrota, sublime.

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO