Los jugadores del CD Leganés celebran un gol
Los jugadores del CD Leganés celebran un gol
Ocho jornadas seguidas sin conocer la derrota han permitido que el CD Leganés FS de el salto desde la penúltima posición de Segunda División hasta una duodécima que permite observar la zona de peligro tres puntos por encima. La mano de Rubén Barrios ha conseguido cambiar las sensaciones del equipo en base a una solidez defensiva difícil de inquietar.

El CD Leganés FS disfruta de un tramo de temporada de lo más dulce, apoyado por una serie espectacular de resultados que han lavado por completo la imagen del club. Y es que los madrileños han mostrado su mejor versión en su momento más crítico, cuando se veían estancados en la penúltima posición de la tabla clasificatoria, iniciada ya la segunda vuelta de la Liga y a seis puntos de la salvación. El contexto actual es radicalmente opuesto, acumulando mes y medio sin conocer la derrota que ha permitido escalar posiciones hasta alcanzar la duodécima plaza que ha encarrilado una salvación de una manera impensable el pasado 25 de enero.

Aquel martes, los pupilos de Rubén Barrios cayeron 4-3 en un tenso duelo en Peñíscola que reflejó la tensión de un equipo incapaz de encontrar el juego deseado. Ocho duelos después, los pepineros comparten con Full Energía Zaragoza la mejor dinámica de jornadas invictos en Segunda División. Si febrero sonrió a un Lega que sudó al máximo para sumar dos triunfos por la mínima y tres empates, el equipo blanquiazul ha terminado de desatarse en un mes de marzo imponente, con contundentes victorias sobre Alzira FS (5-2) y Atlético Benavente FS (2-8), además de un laborioso último empate en Ceuta (3-3) después de todo un partido a remolque.

Curiosamente, el Leganés se ha lanzado presumiendo de una fortaleza grupal de mucho peso, evitando la dependencia de una gran figura ofensiva. De hecho, cabe destacar que en las dos últimas fechas el cuadro ha crecido pese a prescindir de los goles de Palomares, un pichichi referente (17 tantos) que ni siquiera ha tenido que marcar para sumar a un plantel eufórico.

Una escalada con la firma de Rubén Barrios

Llegado el pasado 26 de noviembre para sustituir en el banquillo a Diego Gacimartín, el sello de Rubén Barrios parece haberse implantado con éxito en un vestuario con las ideas muy claras. Siete puntos tenía en aquel instante un conjunto condenado al penúltimo puesto después de las primeras doce jornadas. El cambio ha sido notable y, centrados en este tramo de ocho imbatibilidades, ha hecho que ningún revés sea suficiente para que los pepineros pierdan la cabeza sobre el parqué. El cuadro ha encontrado una mina de resultados en un orden defensivo marca de la casa, vigente incluso cuando los marcadores adversos amenazaban con truncar el camino hacia la salvación. Salidos ya del gran apuro, este objetivo se presenta como el siguiente paso a amarrar de forma matemática en una temporada de extremos en Leganés.