España se proclamó campeona del Mundo por primera vez en Guatemala 2000
España se proclamó campeona del Mundo por primera vez en Guatemala 2000
Se cumplen 20 años del primer Mundial de España de futsal. España venció a la gran favorita, Brasil, por 4-3 en Guatemala 2000. El presidente de la LNFS, Javier Lozano, seleccionador de aquel equipo, rememora la gesta en un reportaje de FIFA.

Numerosas adversidades superadas en el camino, una final épica con remontada incluida, saber que has cambiado la historia para siempre… Y aun así, con el pitazo final del árbitro, Javier Lozano tuvo sangre fría para detenerse un instante y saborear el momento a su manera.

“Los chicos estaban dando saltos y yo, después de abrazar a mi segundo, me dediqué a mirar y a hacer una colección de fotos mentales para grabarlas en mi cerebro. En ese momento no piensas en lo conseguido, solo tratas de captar emociones que se van a quedar ahí toda la vida. La gente, los chicos, el segundo entrenador, los rivales… Estaba muy sereno y quise llevarme todo eso”.



Guatemala, 3 de diciembre de 2000. España acababa de conquistar el primero de sus dos Mundiales de futsal, y no de cualquier forma: rompía la hegemonía brasileña –la Seleçao se había adjudicado los tres anteriores- y además obtenía la revancha de la final perdida en casa cuatro años antes.

El triunfo que cambió el deporte español

Lozano tiene clara la importancia de ese Mundial de 2000. “La mentalidad del fútbol sala español cambió. Había bajado a Brasil, que era un mito, algo inalcanzable, a la tierra. Y a partir de ahí, nos enfrentamos con ellos unas 6 veces en 4 años y les ganamos 5. Además, lanzamos un mensaje al mundo: hay un modelo español. La referencia internacional dejó de ser Brasil y el mundo empezó a llenarse de técnicos españoles”.

Incluso se trascendió el ámbito del futsal. El reconocimiento en el país fue unánime. “Tuvimos una repercusión mediática nunca vista, porque por entonces los deportes de equipo no conquistaban grandes logros. Después de nosotros ganaron el balonmano, el baloncesto… y luego el fútbol. Fuimos los primeros”.



Tres momentos para definir una gesta

El camino al título no fue precisamente fácil. Costó y mucho. “Fue un máster de resiliencia y de gestión de recursos humanos. Y me doctoré”, asegura con una sonrisa. Para Lozano, tres momentos situaciones marcaron la consecución del Mundial.



I. Piel dura frente a las críticas:

La concentración para preparar el torneo se desarrolló en un ambiente enrarecido. “Cuando di la lista dejé fuera a Javier Lorente, uno de los jugadores con más peso e historia en el equipo, y todos los días había críticas… El tiempo que estuvimos preparándonos en España fue insufrible. Soportar eso y que no se deshilachara el grupo fue el primer triunfo”. Con la llegada a Guatemala, sede del torneo, el ambiente se distendió. Primer obstáculo superado.



II. Clavería, el héroe inesperado

“En el calentamiento del primer partido de la segunda fase el segundo portero se rompió un dedo y durante el partido, el titular, Luis Amado, se lesionó también. Nos quedamos solo con el tercer portero, Jesús Clavería, al que habíamos llevado para homenajearlo y que se retirara en un torneo grande. Esa noche en el hotel fue muy dramática. El equipo se hundió, porque pensaba que se nos caía el sueño”.

Lozano sacó entonces su faceta más motivadora. “Me reuní a solas con los jugadores y tuvimos una charla tremendamente emotiva. Todo el mundo lloraba. Tenía que buscar algo a lo que ellos pudieran aferrarse. Cuando acabó esa charla, todo el mundo cambió las lágrimas de pena por rabia, se juntaron gritando y le dimos vuelta”.
Clavería, clave con sus atajadas en la gran final, fue el gran héroe del equipo. "Dio una lección de vida", resume Lozano. "En vez de quejarse, estuvo preparado para cuando llegó su oportunidad".



III. Aunar motivaciones

Una vez reservado el billete a la final, Lozano se sacó un último truco de la manga para hacer frente a la todopoderosa Brasil. “La charla en la víspera de la final fue clave. Fuimos preguntando a todos por qué querían ganar. Cada uno tenía su motivo, y logramos conectar los intereses individuales con el interés del grupo. Salimos de allí y recuerdo que me llamaron para una entrevista, y les dije ‘vamos a ganar’. Y lo decía totalmente convencido, porque vi que el equipo quería ganar. Por eso dirigí tan tranquilo el partido”.



La final pensada

Y así llegamos al capítulo final de esta historia. La gran final ante Brasil. “Tenían la mejor selección de la historia”, asegura Lozano. Pero el seleccionador español los había estudiado bien y elaboró un plan que no dejaba nada al azar, ni siquiera cómo actuar si iban por detrás en el marcador. En la segunda parte Brasil se puso 3-2 arriba. “Pensamos que, si seguíamos teniendo la pelota, se iban a poner nerviosos y provocarían faltas”. Y así fue. “Salió el guion como de Spielberg”, dice entre risas. “Ganamos por dobles penaltis”. Definido en los instantes finales, el duelo quedó 4-3 para España.

Cuatro años después, de nuevo con Lozano a la cabeza, la Roja conquistaría su segunda corona mundial. Pero nada puede compararse a esa primera vez. "El primer beso nunca se olvida, luego a lo largo de la vida puede haber muchos, pero el primero se queda grabado", resume el técnico.