Antonio Diz, jugador del Noia Portus Apostoli, disputa el balón con David Pazos, del Burela FS.
Antonio Diz, jugador del Noia Portus Apostoli, disputa el balón con David Pazos, del Burela FS.
De nuevo buenas sensaciones las desprendidas por los jugadores del cuadro noiés, aunque en esta ocasión no fue suficiente para lograr al menos las tablas ante el conjunto burelés.
Como acostumbra a suceder, comenzó el encuentro con intensidad por parte de ambas escuadras, sobre todo en la de Juanma Marrube. Sus jugadores iniciaron el choque imprimiendo una buena presión defensiva que minó la circulación del cuero local y provocó alguna ocasión clara. Quintela, dejándolo todo por el suelo, puso en aprietos al debutante como noiés Rangel, que después evitaría el gol del gallego de manera providencial, cuando algunos ya lo veían dentro.
El Noia buscó estirarse de cara a la portería defendida por Edu, con las acciones a balón parado como gran aval, para desembarazarse del dominio que intentaba imponer Burela. No fue a pelota parada, pero lograron el gol los de Marlon Velasco, por medio de Antonio Diz que definió con un toque sutil para batir al experimentado meta visitante al minuto cinco de juego.
Un 1-0 que cerca estuvo de ser un 2-0 prácticamente en la jugada posterior, en la que de nuevo el nueve noiés se zafó de lujo de los rivales, pero en esta ocasión su picadita se estrelló en el palo.  Fallos que los equipos de la categoría de oro no suelen perdonar. Tranzó el conjunto mariñano una simple pero efectiva jugada, con desplazamiento por alto de Renato hacia la cabeza de David Pazos que este desplazó con eficacia a la red para el 1-1, aún en el ocho de partido. 
Renato y Iago Míguez pudieron dar la vuelta al electrónico, cosa que evitó Domingo con dos buenas intervenciones. Apostó Burela de ese momento en adelante por el juego de pívot marcado, lo que el Noia Portus Apostoli FS supo interpretar y frenar para que los naranjas impusieran definitivamente su ritmo en el choque.  Los remates de Pirata y Naranjo desvelaban un cambio de dinámica que Pope, transcurridos 15 minutos en el marcador, confirmó batiendo a Edu con un fuerte disparo en acción de saque de banda. 
Para controlar el esférico, seguir con las probaturas y, quizás también, evitar realizar la quinta falta, Marlon Velasco introdujo a Pirata con la camiseta del portero-jugador, aunque acabaría defendiendo las acometidas visitantes para buscar el empate antes del descanso, sin éxito.  Con una mínima pero inestimable ventaja volvía de los vestuarios el Noia, algo que duró poco. En una jugada de muchísimo infortunio para los blancos, un disparo despejado por Domingo con el pie rechazaba en la cara de Pitero, situado en el segundo palo, siendo así el 2-2 con el minuto de segundo acto apenas cumplido. 
Pudo volver a adelantarse el Portus Apostoli con una doble ocasión marrada por Javaloy y Antonio Diz, algo que hubiera sido fundamental visto lo visto después. Burela se aprovechó de un Noia al que le costó mostrar su mejor cara en los siguientes minutos, y convirtió en tres minutos el 2-3, por parte de Quintela, y el 2-4 de Álex Diz, que ya había dado la asistencia en el anterior tanto y completó una gran jugada en solitario en el cuarto.
En el 28’ y ante el panorama generado, Marlon Velasco dio entrada de nuevo al portero-jugador, esta vez con Álex Naranjo, para volver a meterse en el encuentro. Y lo cierto es que la superioridad, que no siempre da resultados, esta vez sí lo hizo. Ganó resuello y confianza el cuadro noiés a medida que más balón tocaba, y Pope, después de varias intentonas, lo llevó al resultado con otro potente disparo que Kaluza, el ocupante de la portería burelesa en la segunda mitad, no pudo detener.
Algo más de diez minutos restaban para el bocinazo final con el tanto de Pope, que desembocó en un partido protagonizado por el juego de cinco. Al de Velasco respondió Marrube, con Matamoros vestido de lila. Los unos pretendiendo el gol del empate, los otros el que daría un respiro y un paso más hacia la victoria. Muchos minutos y ocasiones para ambos pasaron hasta que, en la jugada más inocente, tras una pérdida noiesa en el ejercicio del cinco para cuatro, Kaluza se atrevió a lanzar a portería, sin advertir que la alta posición de Luisma le jugaría una mala pasada. Devolviendo la carambola del 2-2, el ex burelista colocó el 4-4 de rebote a 3’ del final. 
Con el partido por ganar y perder y muchas ganas de probar cosas y mecanismos, ambos entrenadores mantuvieron sus ideas de apostar por las superioridades. Naranjo y Matamoros bailaron de la pista a la zona de cambios durante buena parte de encuentro. Finalmente el segundo sonrió el último, con su compañero Quintela alejando el balón en las mallas a 56’’ del pitido decisivo. Con Pope como principal argumento lo intentó el Noia hasta el final, sin suerte para conseguir el empate en su vuelta a casa, en su regreso al feudo que tantas alegrías le ha dado.