David Leal, jugador del Córdoba Patrimonio de la Humanidad, celebra un tanto.
David Leal, jugador del Córdoba Patrimonio de la Humanidad, celebra un tanto.
David Leal, jugador del Córdoba Patrimonio de la Humanidad, concedió una entrevista a Córner Cordobés, en la que rememoró el ascenso del conjunto blanquiverde a la máxima categoría del Fútbol Sala nacional, además de hablar sobre la próxima temporada, la segunda de los andaluces en Primera División.
Sobre la clave del ascenso a Primera afirmó que: “Creo que clave fueron dos cosas: el estado de forma en el que llegamos toda la plantilla, el cual yo creo que fue el mejor momento de la temporada. Los últimos partidos y el Play Off creo que han sido el mejor momento de forma de todos los jugadores. Luego, sobre todo, el banquillo. Creo que toda la plantilla jugábamos más o menos a la par, no se notaban los cambios. El que saliera a la pista se partía la cara por los compañeros, fuesen los minutos que fuesen. Creo que esas dos claves fueron las que nos llevaron al ascenso. En cuanto a si lo esperábamos… yo creo que ninguno. Durante la liga creo que ninguno. Sí es verdad que cuando conseguimos eliminar a Betis, ya sí pensábamos que no se debía escapar y, gracias a Dios, así fue”. 

En cuanto al momento en el que la plantilla empezó a creer en el ascenso, confesó que: “Pienso que el punto de inflexión en el que la gente y la plantilla comenzamos a creer en el ascenso fue en la primera victoria en el campo de Betis. Veníamos de perder el primer partido de la eliminatoria en casa, en un partido muy disputado en el que al final se impuso nuestro equipo rival. El empezar aquel segundo partido fuera de casa adelantándonos, veíamos que pasaban los minutos y conseguíamos incluso marcar algún gol más… Finalmente creo que esa victoria fue el punto de inflexión. Además, hablando después del partido entre nosotros y con el cuerpo técnico en el vestuario, ya sabíamos que no se podía escapar y que teníamos una oportunidad grandísima de hacer historia si eliminábamos a Betis allí, en San Pablo, y bueno, por suerte todo fue al final así”.

Al ser cuestionado por la afición, explicó que: “Para mí la afición es una de las claves para que, a día de hoy, el Córdoba Patrimonio de la Humanidad esté donde está. Ya estábamos viendo que en Segunda División la gente nos seguía, a raíz también del hecho de utilizar el escudo del equipo de fútbol de la ciudad, de que el club nos acogiera con la misma equipación y demás, creo que fue un punto de inflexión para que mucha gente se animara a ir a Vista Alegre. Ya a día de hoy te puedo decir que sí es cierto, y este año se ha comprobado, que, aparte del equipo de fútbol de la ciudad, el Córdoba Patrimonio de la Humanidad tiene una afición propia y ha sido una de las claves a lo largo de los últimos años, sobre todo en el ascenso. Ya vimos que en la primera eliminatoria contra Betis se desplazó muchísima gente, casi se escuchaba más a los nuestros que a la afición local, luego la siguiente eliminatoria en casa contra Mengíbar y fuera de casa, la afición ha demostrado lo que es. Tenemos que estar muy agradecidos porque es y será siempre una de las claves del éxito del equipo".

En cuanto al partido del ascenso en Mengíbar, recordó que: “Personalmente, ese partido lo viví muy concentrado. Creo que todos esperábamos ganar ese segundo partido allí, fuera de casa. Creo que si ese partido lo hubiésemos perdido y se hubiera puesto la eliminatoria 1-1, todo se habría complicado jugando fuera de casa, así que teníamos claro que teníamos que ganar. Tenía que ser en el primer partido, no podíamos dar paso a un tercer encuentro, ya que fuera de casa hubiera sido muy, muy complicado. Yo lo viví con muchas ganas y mucha intensidad. Para mí ha sido el mejor recuerdo que voy a tener en mi vida dentro de este deporte. Creo que el debutar y jugar en Primera División fue muy bonito, pero creo que nada puede igualar la alegría que yo sentí cuando sonó la bocina y era una realidad que el equipo era de Primera División. Se me vienen muchos recuerdos a la mente. Me acuerdo de los últimos minutos, muy, muy nervioso fuera del campo, ya que lo paso peor fuera que dentro, como creo que les pasa a todos los jugadores. Recuerdo mucha alegría, una celebración por todo lo alto con nuestra gente en las Tendillas… Son los mejores recuerdos que voy a tener de este deporte sin duda. Ojalá vivamos otra vez algo parecido, pero creo que algo así es complicado de volver a vivir”.

Sobre la campaña más dura y exigente, reconoció que: “Sin duda, de las seis temporadas que llevo perteneciendo al club, la que ha requerido más esfuerzo físico y mental ha sido esta en Primera División. Está claro que hay un salto profesional muy grande, empezando porque ya solo te tienes que dedicar a esto, y así debe de ser, con entrenamientos dobles la mayoría de los días durante todo el año y sin contar todo lo que conlleva la pretemporada. Es un esfuerzo físico brutal, pero también mental, porque además te ves en el mismo sitio de trabajo, en la pista, dos y tres veces al día, y es complicado, pero también se lleva bien. Sin duda, esta temporada en Primera División ha sido la más exigente".

“Siempre hay que ser objetivos y saber que es un club que se está forjando. Por lo tanto, siendo realistas, a la próxima temporada le pido que el club se mantenga en la máxima categoría, que pasen muchos años en la élite del Fútbol Sala mundial y que, poco a poco, vaya creciendo para que, el día de mañana, y sin que pase mucho tiempo, el club sea un referente en España y en todo el mundo. No veo por qué no poder soñar con disputar algún título, que creo que sería algo ya muy exitoso para todos los miembros del equipo y para toda la gente que ha pasado y ha trabajado para que este club sea una realidad”, concluyó.