Javi Rodríguez, entrenador del Industrias Santa Coloma, durante un entrenamiento.
Javi Rodríguez, entrenador del Industrias Santa Coloma, durante un entrenamiento.
Javi Rodríguez lleva un año y medio dirigiendo al primer equipo de Industrias Santa Coloma. Desde que llegó al club en diciembre de 2019, salvo los primeros tres meses, la pandemia y sus consecuencias han marcado y condicionado su labor al frente de una plantilla que esta temporada ha estado cerca de conseguir un título. El técnico colomense, que tiene contrato hasta 2023, nos habla del fútbol sala actual, de sus jugadores y de su papel como entrenador.

¿En qué ha cambiado el Javi Rodríguez que llegó en diciembre de 2019 al banquillo del primer equipo al de ahora?

Yo creo que sigo siendo el mismo, he cambiado poco o muy poco. Lo que sí es cierto es que el equipo tiene otro aire y otra visión. El jugador quiere y cree. Busca crecer. Eso es lo que siempre ha tenido este club y lo hemos vuelto a recuperar en este tiempo.

Dicen que el entrenador ideal es el que persigue una sola idea… ¿Cuál es la tuya?

Mi idea y la del cuerpo técnico es poner todos los medios para que este equipo pueda aspirar a lograr cosas importantes. Y aunque hemos estado cerca de lograrlo, no vamos a desistir y continuaremos esta próxima temporada buscando este objetivo.

¿Qué prefieres el resultado o el juego bonito?

Soy más de resultado aunque es cierto que si ganas y además lo haces desplegando un juego bonito pues mucho mejor. En el fondo a todos nos importa más el marcador final porque es de lo que dependemos. Es cierto que todos pretendemos imponer una filosofía de juego en el que puedan caber los dos aspectos pero que nadie se engañe, el resultado es el que manda.

Cuando eras jugador y militabas en el Playas Castellón decías que te gustaba entrenar al límite y que te agotabas en cada sesión con PC como técnico. El fútbol sala ha cambiado mucho desde entonces pero ¿Hay algo de eso en el Javi entrenador?

Los entrenadores estamos para orientar y facilitar la labor del jugador. Luego es el propio jugador el que decide qué actitud debe adoptar en el día a día. Yo creo mucho en el trabajo y soy de los que pienso que se juega como se entrena. Yo no puedo entrenar si veo que mis jugadores no lo dan todo. El sábado cuando compites tienes que estar preparado para todo lo que te vas a encontrar y eso se consigue entrenando al límite.

Los goles son la esencia del fútbol sala y es lo que lo hace diferente a otros deportes. Eso lo decías tú pero en la actualidad se está perdiendo la producción goleadora. ¿La culpa es de los entrenadores?

No lo creo. Y tampoco de los jugadores. El fútbol sala actual ha cambiado. No es tan técnico como antes y sí mucho más físico. También cuesta más encontrar el perfil de goleador nato como había en mi época de jugador. Me refiero a los Paulo Roberto, Elías, Marcelo Dos Reis o Martín, auténticos especialistas del gol porque eran grandes finalizadores. Los jugadores de hoy en día tienen más recursos y son más completos.

No es sólo hacer el camino, sino aprender mientras se anda… ¿Te suena no? Como entrenador ¿Qué ha aprendido mientras andaba ese camino el grupo de jugadores que has dirigido esta temporada?

Esa es una pregunta que deberían responder los propios jugadores. He intentado inculcarles todo lo que sé. Yo también aprendo con ellos y la meta es que ellos mejoren entrenamiento tras entrenamiento. El jugador es egoísta por naturaleza y algunos, los que más juegan, te podrán decir que han sido muy receptivos a mis enseñanzas y otros, los que menos juegan, te podrán decir casi que lo contrario. Lo que tengo claro es que si no andas estás jodido.

La pista te pone en tu sitio… ¿Y el banquillo también?

Por supuesto aunque sean cosas muy diferentes. La capacidad de decisión que tienes con el balón en los pies yo la he vivido y he sabido leer ese tipo de situaciones. Cuando estás en una banda dirigiendo puedes indicar, aconsejar y ordenar pero al final es el jugador el que acaba decidiendo para bien o para mal. Eso es así. Cada uno tiene su responsabilidad y está claro que dependes de los aciertos.

Llegaste con un objetivo: ‘que Industrias volviera a ser respetado como club’ ¿Objetivo cumplido o queda trabajo por hacer?

No solamente quiero que sea respetado. También pretendo que sea admirado. Hoy en día se vuelve a hablar de Industrias Santa Coloma como se merece. Y vamos a seguir trabajando para que la gente del fútbol sala continúe respetando y queriendo al club decano. Queremos que la gente vuelva a llenar el pabellón y eso se consigue a base de esfuerzo, sacrificio dando una imagen de lo que somos, una entidad seria y profesional.